Devolver un favor

*Celia tiembla. Ahí no tiene a Brisonia, solo está él*

- No te enfades conmigo, Dai... no te enfades, por favor, por favor, no te enfades... no te enfades... perdóname... lo siento... *Aprieta a Brisonia inconscientemente entre los brazos.*

*Brisonia aprieta los dientes.*

- (se ahoga) Celia... me haces daño...

*Se pone tenso e intenta soltarse. No puede. Sus brazos son de piedra. Coge aire.*

- ¡Lex! *le duele el pecho, la lesión reaparece. Celia parece estar en otro mundo.* ¡Lex, ayúd...! ¡No pued... resp...! (tos)

*Lex aparece solo con los pantalones mirando dudoso si hacerlo o no mirandolo severamente colocando la mano en el hombro de ella apretandola*

- Cely basta ya...

*Aprieta con intensidad para que lo note*

*Celia parece salir de un trance, y suelta la pinza que ahogaba a Brisonia. Sus ojos brillan y sus mejillas muestran rastro de lágrimas. Parpadea varias veces, sin saber qué está pasando*

*Brisonia coge aire con brusquedad.
Se aparta de Celia, tropieza y se cae al suelo de rodillas. Se llena los pulmones con ansiedad. Pequeñas gotas de sudor le ruedan por el cuello.
Hace ruido cuando respira, tose.
Se agarra el pecho muy fuerte. Es como si volviese a sentir las patadas en el esternón.*

- Gracias... *jadea.* Gracias, Lex...

*Sin quitar esa mirada de severidad de su rostro cojiendo a Celia en brazos para llevarla a su cuarto*

- Vienes o necesitas mas aire??

*Celia se acurruca contra el pecho del grifo, con la mirada perdida en algún punto del infinito*

- No te enfades conmigo, Dai... por favor...

- No voy a enfadarme por eso, tonta...*el chico sonríe, encantador*

*El pequeño cambiante traga saliva. No quiere moverse. Y no se mueve.*

- Si me acerco... será peor. *le da vergüenza mirar a Lex.* Cuida... cuida de ella, ¿vale? Yo... tengo que irme...

*El pecho le da punzadas.*

- Lo que veas... Pero si sigues con ese camino de encerrarte en tu mundo seguiras solo siempre, No eres el unico con problemas... Asi que abrete mas a todos total... Entre tu especie nadie te hara daño.

*LLevandola a su cuarto bastante preocupado y tumbandola en la cama*

- Venga Cely... Reacciona

*La escena cambia. Es la Iglesia, pero no está Lex. Ni Brisonia. Solo está él. Dai.

- Tengo que irme.

- ¿¿Por qué te vas?? *Celia le coge del brazo, asustada*

- Por tu bien.

- ¿¡Por mi bien!?

- Claro. Si te quedas conmigo estarás en peligro...

- ¡Pero soy fuerte!

- Claro que lo eres, por eso sé que aunque ahora te duela, acabarás perdonándome... algún día *la figura del muchacho se desvanece, dejando a Celia sola ante la puerta de la Iglesia*

*La chica parpadea con fuerza. Su cuerpo tiembla levemente y la pupila vuelve a su tamaño normal, mirando a Lex algo perdida, con los ojos llenos de lágrimas que bajan por sus mejillas*

- ¿Lex...?

*Le sonrie mas tranquilo al lado de ella*

- Bienvenida ^^

*Celia se iergue y le abraza, apretándole contra ella*

- Lo siento *le sale del alma*

*Suspira fuerte apretujandose*

- Venga no pasa nada...

*Celia le aprieta un poco las manos en la espalda, sin despegarse de él*

- Lex... No me sueltes, por favor. *Es como si haber recordado a Dai le hubiese quitado esa máscara de bordería y frialdad*

- No me separare de ti hasta que me lo pidas pero descansa un poco eh...

*Se acomoda al lado de ella acariciandole el pelo*

Que sensacion mas rara.... Nunca antes nadie me habia necesitado... Pero no esta tan mal..

*Se acurruca, mimosa. Las caricias hacen que su cuerpo se relaje y su mente se despeje. Sus ojos se cierran, los párpados le pesan*

*Brisonia se ha quedado quieto, con las palmas apoyadas en el suelo y su respiración retomando su normalidad. Quiere marcharse, quiere alejarse de todo lo que le hace daño.
Pero piensa en Celia... y en Lagartija. Piensa en lo que ambas han hecho por él. Y que, seguramente, la chica-dragón se quedaría.
Le da miedo subir. Pero también le dio miedo Lagartija, en algún momento.*

Ojalá fuera más fuerte...

*Se pone de pie despacio, deja la mochila en el suelo y sube las escaleras. En el altillo, Celia está abrazada a Lex con la misma fuerza de antes, pero parece que se está quedando dormida.*

- (susurro) ¿Está... bien?

- Se le nota el cansancio acumulado...

*Sin quitar la mirada seria y continuando las caricias por el pelo de ella girando los ojos hacia el*

- Por curiosidad...¿Que eres?

*Celia sigue un poco embelesada, pero escucha la conversación*

- Es una fiera... sus ojos lo dicen... *entreabre los ojos, observándoles a ambos*

*Brisonia se cohíbe al darse cuenta de que los dos lo miran fijamente. Se queda un rato callado, pensándose la respuesta.*

- Soy... un cambiante *farfulla, para el cuello de su camiseta. Su mano vuelve a buscar la pluma de plata, escondida detrás de la ropa.* Un cambiante zoomorfo. *mira a Celia.* Soy una pantera.

- Entiendo...

*Aun sigue tenso intentando calmarse pero su seriedad repentina le delata*

- No hagas esfuerzos Celia... Aun estas cansada.

*Se iergue, quedándose sentada, algo mareada*

- Y tú deberías calmarse, pareces una piedra, Lex... *suspira, y su mirada se dirige a Brisonia*

- ¿De qué tienes miedo? No vamos a hacerte nada malo... Lex es como tú. Pero a él, creo que ya le has visto

*Aprieta la ropa. Desvía la mirada. Aunque se supone que su otro yo es mucho más fuerte que él porque es un animal salvaje, no recuerda haberlo mostrado a nadie... nunca.
Evita la pregunta.*

- Lo siento... si... si he hecho algo que... *se refiere al estado de Celia, a su repentino abrazo y que lo ha llamado 'dai'.*

- Es que habia demasiada tension en el ambiente..

*Calmandose*

- Na... Yo tambien me he puesto demasiado defensor convirtiendome de repente... *Algo arrepentido por si lo ha empeorado todo*

*Celia se levanta, acercándose hasta Brisonia. Le sonríe y le revuelve el pelo*

- Es que me has recordado a alguien muy especial para mí. Perdona si.. te he hecho daño *Se refiere al abrazo-pinza-estranguladora.*

- Y perdóname tú también, Lex...