Devolver un favor

- Bye Chico Moreno!! X3

*Despidiendose con la mano*

*Celia arquea una ceja*

- La puerta está allí, Brisonia *la señala con un movimiento de cabeza*

*Ladea la cabeza.*

- ¿Qué...?


*Le estalla el sonrojo en la cara.*

¡Imbécil!



- ¡Ah! *traga saliva. Prácticamente tenía la mano encima de la pared para trepar.* La... la-la-la puerta... cla-claro. La puerta...

*Celia mira a Lex, fulminándole*

- Lex. Tú tienes alas. Eso no es normal. Brisonia no es de los nuestros...*dirige su mirada hacia Brisonia*

- ¿Qué te pasa? Estás como un tomate...

*Brisonia camina hasta la puerta, colorado hasta las orejas. Se para en seco y se vuelve hacia el tal Lex. ¿De qué le suena tanto?*

- (murmullo) ¿Alas...? ¡Pero si hueles igual que yo...! *se tapa la boca con la mano. No debería haber dicho eso.*

- Eh?? AH! Tu tambien usas el mismo perfume que yo?? Si es que huele genial!!

A dicho alas...Jummm

- Claro que tengo alas, Soy un Grifo

*Celia observa a Brisonia y entrecierra los ojos*

- ¿Has venido a algo más que a devolverme el jersey... Brisonia? *acercándose a él con pasos lentos*

*El chico se pega contra la madera cerrada y la ve acercarse. El sonido de los tacones reverbera por la iglesia. Se encoge.*

- (susurro) No.

*Los colmillos se empiezan a afilar. Se tapa la boca. Prefiere morderse a sí mismo antes que volver a hacérselo a otra persona. Aquella única vez...*

¡Gilipollas! ¡Le has arrancado la mano, hijo de...!

*Celia sigue manteniendo la vista en Brisonia, observando cada uno de sus gestos y movimientos*

- ¿Y por qué te asustas ahora...? *está a un paso de él*

*Brisonia arruga la nariz.*

- ¿Una gall...? *se interrumpe cuando ve que tiene a Celia justo delante. Se le corta el habla. Está asustado, claro que está asustado. Pero no de ella [no del todo, ella lo tiene acojonado], sino de sí mismo.
Tiene miedo de su reacción ante el peligro. Prefiere no decir nada. Y cerrar la boca para que no le vea los dientes.*

*Lex se siente algo confuso al estar en medio*

- Eh, me he perdido algo...

- Lex no te acerques... Parece que Brisonia tiene algo que decirme... *vuelve a dirigir su vista hasta los ojos de Brisonia*

- ¿Tienes algo que decirme, Brisonia?

*Cierra los ojos un momento. Calla el rugido que le inunda el pecho. Baja la mano. La mira a los ojos. *

- No. *a Lex.* Y no soy una gallina.

*Aunque pone todo su empeño en resultar convincente, su propio iris miente. Los ojos que tiene y su pupila desmesurada jamás podrían ser humanos.*

*La mirada de Lex cambia tambien tornandose sus ojos como los de un aguila*

- Ajaaam ya veo...

*Celia planta las manos a ambos lados de la cabeza de Brisonia, y acerca mucho su cara a la de él, mirándole a los ojos fijamente*

- ¿Qué eres, Brisonia?

*Brisonia reacciona por instinto.
La manera firme de sujetarlo desata dentro de él el mismo impulso que el que le llevó a morder a aquel chico: el de salir ileso.
Cierra los ojos. Sacude la cabeza hacia un lado para librarse de las manos de Celia. Ruge, abre toda la boca y enseña los dientes de su otra forma.*

(rugido felino)

*El eco repite varias veces su grito felino.*

*Al sentirlo Lex se convierte completamente en un Grifo colocandose delanta de Celia con las alas abiertas y la mirada fija en el gruñiendo bastante imponente colocandose a modo de escudo de Celia*

*Celia no se amedrenta por ello, y mantiene su mirada fija en los ojos de Brisonia, mientras los de ella se van tornando rojos*

- ¿Eres un gatito asustado?

*Brisonia cada vez respira más rápido.*

- ¡Suéltame! *ruge otra vez, y otra. Las uñas empiezan a dolerle.* ¡Por favor, suéltame! *se sacude. Su parte de fiera quiere salir corriendo, abrirse paso como sea necesario.
Brisonia ruge y solloza a la vez.*

¡Suéltame, suéltame!

*Lex sigue alli en guardia ante cualquier cosa*

- Porque estas tan asustado?? No es malo ser un ser mistico... No has de ser un incomprendido joder, hay mucha gente con una misma habilidad que tu... No eres raro.

*Celia se calma. El escuchar a Brisonia le hace entrar en razón. Su pupila vuelve a su habitual color verde y se sorprende a sí misma abrazando a Brisonia, excepcionalmente cariñosa*

- Lo siento... lo siento, lo siento, lo siento... *susurra en voz baja, acariciándole el pelo*

*Brisonia se echa a temblar. De golpe ha liberado mucho calor y tiene frío. Sus dientes felinos le hacen daño en la boca. Parpadea varias veces.
Celia lo está abrazando. Gira la cabeza, pero no consigue verle la cara.*

¿No soy raro...?

*Puede ver a Lex... bueno, a un gigantesco grifo delante de él.
Ahoga una exclamación. Era eso; era su parte de león lo que él olía. No es como él.
Respira muy deprisa.*


- ¿Ce...lia...?

*Se siente raro, pliega las alas respirando mas fuerte*

Aqui sobramos...

- Cuando lo hallas calmado avisa. Os dejo tranquilos

*Andando hacia un sitio donde estar tranquilo para vestirse ya que ha destrozado su ropa por el niño*