Herido de amnesia

*Velvet no puede evitar reirse*

- Con el dolor de cabeza que tengo, lo que menos me apetece es tener a un montón de mujeres gritando histéricas a mi alrededor... *Sonríe* Discúlpame un momento *Velvet se levanta de la camilla. Lleva puesto únicamente el pantalón del pijama, pues desde hace rato tiene una sensación de calor horrorosa, que no consigue despegarse de la piel.

Camina alejándose de la camilla y entra al baño. Cuando está de espaldas a Ignis, se puede ver perfectamente el hematoma casi negro que le recorre la espalda, volviéndose morado en los bordes. La atraviesa desde la cadera hasta el hombro opuesto, y debe doler, aunque él no haya dicho nada. Sobre la mesita de noche que hay al lado de la camilla hay un tubo de crema para hematomas, aun sin abrir*

*Ignis observa el gran hematoma de su espalda*

Uf, eso debe doler... mucho maquillaje van a tener que gastar en su agencia para que no se vea en las fotos. *Fijándose en el tatuaje de las alas* El tatuaje es precioso..

*Velvet regresa a los pocos minutos, secándose la cara mojada con las manos. Se vuelve a sentar en la cama, aun algo confundido*

- Es un poco frustrante no saber qué he hecho en la última semana, ¿sabes? *no puede evitar reirse*

- Bueno, yo puedo decirte lo que ha hecho hoy, si quieres... Aunque no sé si sería conveniente, no ha sido un día muy tranquilo. La verdad que no has tenido un buen día hoy Velvet, sólo hay que ver dónde has acabado. Pero si te apetece saberlo...

*Velvet suspira, indeciso. Tiene una mala sensación en el cuerpo, pero por otro lado, quiere saber qué le ha llevado a esa situación*

- Si me haces el fa...

*La más joven de las Moiras apretuja levemente el cerebro del muñequito entre los dedos delgaduchos.

Velvet grita y cae al suelo de rodillas, sujetándose la cabeza entre las manos. Las lágrimas resbalan por sus mejillas a raudales.*

*Velvet no termina la frase. Un dolor fuerte le atraviesa la cabeza, haciéndole encogerse. Los músculos de su espalda se contraen dolorosamente, el tatuaje brilla, las alas se liberan. Varias plumas caen con desgana hasta el suelo, mientras Velvet sigue encogido sobre la cama, temblando*

*Ignis se queda perpleja ante la repentina reacción*

- ¿Velvet? ¿Qué ocurre?

*Se levanta y se acerca a él*

- JAJAJAJAJJAJAJAJA EL CABALLITO ES TONTO!! *la joven Cloto ríe histérica*

*Velvet se aprieta las sienes, intentando tranquilizarse. Ha desplegado las alas, cualquiera que entrase ahora podría verle. Parece un auténtico ángel*

- Cierra... la...puerta... *susurra entre dientes, apretándose más la cabeza, intentando buscar alivio. Sus alas se baten con fuerza, y se monta un vendaval. Fuera, el cielo se turbia y lanza relámpagos furiosos*

*Ignis coloca la silla donde estaba sentada bloqueando la puerta y vuelve al lado de Velvet. Por toda la habitación revolotean plumas y algunos papeles*

- Velvet, tranquilízate, mientras tengas las alas no podré llamar a un médico... *Le coge suavemente el brazo*

*Tiene los músculos en tanta tensión que incluso palpitan, e Ignis puede notarlo al sujetarle*

- ¡Otra vez, otra vez! *vuelve a dar otro apretón*

*Velvet grita, y ante los gritos, alguien empieza a trastear la puerta*

- ¿¡Qué está pasando ahí dentro!? *es una de las enfermeras*

[Criiiis! ¬¬]

Mierda...

- No se preocupe, es la televisión, ahora le bajamos el volumen, perdone...

Espero que la enfermera tenga un coeficiente intelectual más bien bajo ^^U

*Velvet se retuerce un poco más, ahogando un grito*

- Está bien, pero háganlo rápido, que los demás pacientes necesitan descansar... y no bloqueen la puerta! *se escuchan los pasos de la enfermera alejándose*

Para alguna cosa tenía que venir bien la estupidez humana ^^U ...

- Sí sí no se preocupe, en seguida.

*Observa a Velvet sin saber qué hacer, con su mano todavía en el brazo de él.*

*La hermana mayor de las Moiras le arrebata a la pequeña el muñeco de Velvet*

- Ya vale, Cloto. Te estás pasando. El pobre no tiene culpa de ser tan tonto de enamorarse de un ser tan cruel como un dragón, y llegar a desear que el dragón lo haga de él... *guarda el muñeco entre sus ropas rotas, se gira, y se aleja*

- Adiós, caballito!! X3!! *la más pequeña de las Moiras se acerca corriendo a Velvet. Le levanta la cara y le da un mordisco en el cuello, alejándose corriendo*

*Velvet suelta un quejido, y de repente en su cuello aparece una herida que sangra abundantemente cuello y pecho abajo*

*Ignis se sorpende por enésima vez en el día de hoy. ¿Ha aparecido una herida de la nada? Cierra los ojos acercándose al cuello de Velvet, y las lágrimas plateadas comienzan a deslizarse por sus mejillas hasta caer sobre la herida*

*Cuando las lágrimas toman contacto con la sangre, ésta se vuelve negra, y la herida (parecida a un mordisco) se vuelve morada y enrojece en los bordes, pero no sana*

*Se sienta en el borde de la cama, al ver su intento frustrado*

- Vale, ahora ya me he quedado sin recursos... Velvet, deberías probar a esconder las alas o el médico no podrá venir, y yo no puedo hacer más.

*Velvet tiembla y las alas desaparecen, estallando en unas cuantas plumas que acompañan al resto, que permanecen en el suelo*

*Ignis se levanta, recoge rápidamente las plumas del suelo e intenta ordenar un poco el caos que se formó con el batir de alas de Velvet*

- ¿Y ahora cómo le explicamos al médico de donde ha surgido esa herida, que además parece un mordisco? Todavía va a pensar que he sido yo ^^U

*Velvet se deja caer contra la cama, bastante mareado*

- No sé...

- Es más... no sé si ningún médico humano va a poder curar una herida como esa, salida de la nada, no tiene pinta de ser algo "normal"...

Sé que en algún momento he visto una herida parecida, pero no sabría recordar donde ahora mismo.. *Intenta hacer un esfuerzo y busca entre los muchísimos años de conocimiento que acumula, quedándose un poco abstraída por unos instantes*

*El inconfunsible sonido de un teléfono móvil inunda de repente la habitación. Velvet despierta de su pequeño trance, y lo busca en los bolsillos de su chaqueta*

- Discúlpame un momento, Ignis... *camina, algo adolorido, y coge el teléfono, saliendo al pasillo. Charla un poco con su compañero, y le explica la situación, volviendo a entrar*

- Ignis, eran de mi agencia... Parece que la noticia ha trascendido a los medios *suspira*

- Van a mandarme a mi hermano pequeño para que me haga compañía... así no te ato a que te quedes aquí *le sonríe, tranquilizador*

- Compréndeme, no estoy echándote ni mucho menos, pero la verdad es que la situación es un poco incómoda para mí, porque no te recuerdo...

- Sí, lo entiendo, la situación es un poco... brusca, supongo. Aunque tal vez debería esperarme a que llegue tu hermano, ¿Y si vuelven a salirte las alas y las enfermeras entrasen?

*Esboza una sonrisa*

- Me las apañaré. Ya ha pasado... eso. Se han ido ya.

- De acuerdo, como veas. *sonríe* Creo que debería intentar dormir, tal vez recuerdes algo al despertar o sueñes alguna cosa que te haga recordar. Oye, si no te importa... creo que vendré mañana para ver como estas, me siento en parte responsable de que estés así.

- Sino fuese por ti no estaría aquí *le sonríe cálido. Tiene una sonrisa que produce tranquilidad*

- Gracias