'El dragón y el pegaso'

*Velvet suspira aliviado. De repente ha sentido miedo. Miedo de que se fuese y no volver a verla*

- Claro. Sígueme. *le tiende la mano, amable*

*Lagartija sonríe. Sus ojos brillan un poco.*

- Gracias.

*Le coge la mano, que está fría por la humedad, y le hace gracia que sus dedos estén tan calientes. Es un tacto muy agradable. Está suave y cuidado.*

(sonríe)

- Me llamo Lagartija. Eres un caballito muy amable.

*Velvet camina, y aprieta levemente la mano de ella ante la mención final*

- No soy un simple caballo. Soy un pegaso. *No la suelta. No quiere hacerlo. Está helada, y él está ardiendo. La situación le resulta extraña, pero a la vez no quiere que desaparezca esa extrañeza. Le provoca ganas de saber, de conocer. Quiere conocerla a ella, y por lo pronto, ya sabe su nombre. Y lo que es*

- Me llamo Velvet.

[Dentro de casa de Velvet]

*Lagartija se siente un poco más reconfortada. No tiene dificultad para relacionarse con gente que no conoce, no entiende la vergüenza humana.
Velvet se ha pasado un buen rato en la cocina, pensando en qué traerle. Algo que no estuviera demasiado caliente, pero tampoco demasiado frío. Lagartija ha deducido, por su frustración, que no cocinaba a menudo.
Está sentada en uno de los elegantes sofás con un tazón de leche blanca en las manos. Ella misma lo calienta con los dedos. Velvet la observa, sin decir nada.
El dragón busca por el elegante salón. Y encuentra lo que busca.*

- Hum... ¿Velvet?

*Él da un respingo*

- ¿Puedo... usar el teléfono? *se muerde el labio, en sus ojos hay aprensión.* Tengo que llamar a alguien.

*Se levanta, para dejarle intimidad*

- Claro, Lagartija. *le sonríe suave* Puedes hacer lo que quieras, no me tienes que pedir permiso ^^

*Lagartija no le da las gracias. Se le olvida. Prácticamente se tira encima del teléfono. Con los dedos torpes, marca rápidamente el único número que se sabe, y espera.*

(primer tono)

*Espera.*

(segundo tono)

*Espera.*

(tercer tono)

*Espera. Se muerde el labio*

(cuarto tono, gemido)

*Velvet. Le mira curiosísimo. Está demasiado nerviosa*

- Espera... te dejo sola ^^ *se levanta, saliendo del comedor, aunque se queda cerca de la puerta. Le pica demasiado la curiosidad por saber a quién estará llamando*

(quinto tono)

*Lagartija aprieta los ojos y los dientes.*

(sexto tono, alguien descuelga)

*Lagartija hunde las uñas en el brazo del sofá y lo agujerea.*

- (jadeo)
- Lag.

*Lagartija se derrumba sobre el sofá, muerta de alivio. Recupera el aliento y le tiemblan las manos.*

- ¿Por qué no has contestado?
- Sabes que no uso este tipo de cacharros.
- ¿Estás bien?
- He visto el fuego.
- Lo sé.
- Y he visto los cuerpos. Dios, casi puedo oler tu aliento apestando a sangre, ¡enjuágate la boca!
- Han matado a Yull...
- También lo he visto. Tranquila. Me he ocupado de él. Ahora está bien. ¿Tú dónde estás?
- Estoy... en casa de un caballo.
- No vengas.
- Dime que estás bien.
- Dentro de poco lo sabrás. No te preocupes.

(suspiro)

*Lagartija cuelga. Se siente tan aliviada al saber que está bien... Por nada del mundo arriesgaría la identidad y la seguridad de su compañero de piso. Y, si bien a él le llegaba el olor de la sangre, ella podía inspirar el olor del tabaco.*

Sangre...

*Se toca la boca. Efectivamente, está empapada de sangre.*

*Velvet espera paciente. Cuando escucha que cuelga, cuenta mentalmente hasta 30 y vuelve, haciéndose notar por sus pasos*

- ¿Has conseguido hablar con la persona a la que llamabas?

*Lagartija lo mira fijamente. Sin embargo, no está enfadada. No afirma. Pregunta.*

- Estabas escuchando.

*Vuelve la cabeza hacia su leche caliente.*

- Te estaba oliendo. Tu olor... no sé, es característico. No puedo quitármelo de la cabeza.

- Al fin y al cabo es mi casa. *se le acerca* ¿A qué te refieres con característico? Tampoco es tan especial...

- Para mí lo es.

*Se pone de pie. Apenas ha tocado la leche, no tiene hambre ni sed. Tiene mucho sueño. Quiere dormirse y que termine esta noche.
Su rostro se ensombrece.*

Yull...

*Velvet la mira curioso, y su vista repara en los agujeros del brazo del sofá*

- Si estás cansada puedes dormir. Tengo 5 habitaciones libres, así que puedes coger la que más te guste.

*Lagartija está envuelta, de nuevo, en sí misma. No escucha.*

¿Ya no voy a volver a verle... nunca?

- Lagartija... *se acerca a ella y le aparta un rizo rebelde de la cara, mirándola a los ojos* ¿Estás bien? *se disculpa* Lo siento si te ha molestado que haya escuchado la conversación con tu amigo... Esta casa es muy grande y el eco hace su trabajo solo. Siento mucho lo de... *se acuerda del nombre* ¿Yull? ¿Era así como se llamaba?

*Lagartija lo mira a los ojos. Su iris brilla, y es verde, más claro que las esmeraldas y más oscuro que las hojas. Se agita y se mueve, está vivo.*

- Está muerto *su vientre se contrae. Si fuera una humana, parecería que va a llorar. Pero no lo hace. Los dragones no lloran.* Han matado a Yull... *de nuevo, su vientre se contrae* Lo han asesinado. Y yo he...

*Baja los párpados.
Sus dientes tienen restos de sangre seca y su aliento apesta, es verdad. En los dedos no quedan vestigios de su carnicería. No le importa. No es más que sangre humana, cobarde y sucia. Le da asco.*

(suspiro)

- Me gustaría lavarme. Y dormir... necesito dormir.

*Velvet a mitad de la última frase la abraza, pegándola contra su pecho. Quién diría que esa chica tan frágil es el dragón enorme que ha sembrado el pánico en el centro*

- Tranquila... *le acaricia el pelo, inconsciente, sumergiendo los dedos entre los rizos morenos de ella. Pero la suelta al poco. No quiere incomodarla*

- Claro... *le sonríe* El baño está arriba, al fondo a la derecha... *sonriéndole amable*

*Lagartija no sabe qué pensar de los abrazos.
Realmente, no sabe qué pensar de nada. Se encoge de hombros. Si a él eso le hace feliz...
Sube las escaleras y se vuelve. Levanta la comisura del labio en una sonrisa pícara.*

- No soy tan frágil como crees que soy. No te confundas.

*Y va hasta el baño. Después, cierra la puerta.*

*Le devuelve la sonrisa*

- También sé que eres más fuerte de lo que aparentas *él gira sobre los talones y va a su dormitorio, desperándose por el camino, crujiendo los huesos de su espalda*

*Lagartija se deja caer en la primera cama que encuentra. No se molesta si siquiera en quitar los cojines. Se echa encima y hunde la cabeza y los rizos negros en la masa de colores perfectamente combinados.*

Ojalá fuera mañana.

*Se acurruca como el cachorro que todavía es. Inconscientemente, se toca el pelo.*

Me pregunto si será igual de meloso con todo el mundo. No estoy convencida de que me guste.

(suspiro)

Pero... esos dibujos... eran preciosos.

*Y, acto seguido, se duerme.*

*Velvet se ha dado una ducha en el baño de su habitación. Sale con la toalla liada a la cintura, y observa curioso el bulto de su cama. Lagartija se ha tumbado en su cama. Sonríe levemente y la observa curioso. Es joven, quizás tanto como lo sea realmente en su forma original. Aun así tiene algo especial, algo que le atrae.

Se sorprende a sí mismo jugando con uno de sus rizos entre los dedos. No va a moverla, si está tranquila. Es la cama de él, y es lo suficientemente grande para ambos, así que se tumba a su lado, cerrando los ojos dispuesto a dormir*

*Lagartija estaba despierta y ha notado el contacto. Resopla.*

¿No puede dejar mi pelo en paz? Tú nunca habrías hecho algo así. Habría tenido que arrancarte la mano para ello. Oh... ¿dónde estás? ¿Por qué no apareces?

*Velvet hace retumbar en su cabeza Time Matters. Quiere dormirse, pero no puede. No puede porque ella está ahí. Y aunque no es que le resulte raro tener compañía en la cama, ella es especial.

Es como él.
Es un dragón.
Y él un caballo.
Pero tiene esa mirada que le hipnotiza, esos ojos verdes tan intensos que no podrá olvidarlos en mucho tiempo*

[Amanece]

*Lagartija se diespierta con las primeras luces, mucho antes de que el sol asome. Se desliza por la colcha hasta el suelo y observa de reojo a su anfitrión dormido. Calcula que tiene pocos minutos hasta que su aura de calor se disperse, y él note su ausencia en la piel.
Suspira.
Baja a la cocina con rapidez y gabaratea en un papel amarillo: gracias.
Después, va hacia una de las ventanas y la abre. Hace viento y quedan algunas nubes. El aire le trae las notas de un violín que la ponen de buen humor. Es su pequeña alegría.
Da un salto.
La camisa se cae al suelo, sobre las flores.
Lagartija despliega las alas y se marcha. Y, aunque algo dentro de ella la empuja a hacerlo, no se da la vuelta.*

Sé que volveré a verlo. Él es el Sol.







-Voy aquí -----------> https://zodia.forosactivos.net/playa-f23/pensamientos-lagartija-t28.htm#99

*Velvet apenas tarda en abrir los ojos. Es ese reloj interno, que le hace despertar tan pronto.

Observa el hueco a su lado y suspira, pero esboza una sonrisa.*

- Qué rápido desapareces... te vas tan súbitamente como apareciste.

*Se despereza y baja a desayunar, observando curioso la nota amarilla*