'El dragón y el pegaso'

-Vengo de aquí--->https://zodia.forosactivos.net/calles-de-la-zona-central-f14/alarma-el-inicio-de-la-persecucion-t21.htm#33



(Aleteo cada vez más lento, jadeo)

*Lagartija podría volar durante muchos kilómetros, pero ha gastado demasiada energía en la combustión. Toda su furia se ha extinguido, y ahora sólo quedan las cenizas. Está agotada. No tiene ganas de volar.*

Yull...

*No quiere.
Poco a poco, empieza a dejar de ver el mundo que le rodea. Deja a su cuerpo moverse por la inercia. La tristeza la envuelve como una sábana oscura. Los párpados se le caen. Se agota. Se cierra.*

Yull...

*Y, cuando sus alas dejan de moverse, cae.*

¿Por qué...?

*Ha llegado al Barrio Residencial Rico de Zodia, y no se ha dado ni cuenta.
Cae sobre uno de los pequeños palacios de la urbanización. En concreto, sobre una de esas carísimas piscinas infinitas, en medio de un jardín pulcramente cuidado. Todas las luces están apagadas.
Cae.*

(choque del cuerpo del dragón contra el agua)

*Lagartija se hunde. Se hunde y las burbujas suben despacio hacia la superficie.
No es consciente. No se da cuenta. Su cuerpo se balancea dentro del agua. Es una visión hermosamente triste.*

(cierra los ojos, burbujas)

Yull... mi amigo... muerto...

Mis pasos me guían desde aquí: https://zodia.forosactivos.net/calles-de-la-zona-central-f14/alarma-el-inicio-de-la-persecucion-t21.htm#33

*Abre la verja de la entrada, que chirría con las piedras del suelo. La cierra tras entrar y le da dos vueltas a la llave. El portalón de madera le recibe, dejándole paso al hall de entrada de su enorme casa. Se quita la chaqueta y suspira, revolviéndose levemente el pelo. Aun le rondan por la cabeza esos pensamientos tan raros.*

Un dragón... ¿De dónde iba a salir un dragón? ¿De la nada? Si hubiese alguno en la ciudad, le hubiese visto hace mucho... Supongo. Porque en realidad no existe tal dragón. No. Son paranoias mías.

*Ha atravesado el pasillo principal. Sube a su dormitorio y se desviste, estirando los músculos y crujiéndose la espalda. Se pone el pantalón del pijama, suave, cómodo. Decide despedirse de su ciudad antes de irse a dormir, pero algo le llama la atención. En su piscina hay burbujas.*

¿Burbujas? ¿Qué...?

*Baja aprisa las escaleras. Algún chiquillo revoltoso habrá decidido gastarle una jugarreta, y es algo que odia. Ojalá sus flores sigan bien, porque entonces quien quiera que haya sido el que haya entrado, tendrá que vérselas con él.
Todo parece ir bien, la idea es sencilla: le coges y le echas. Asunto zanjado.
Pero de repente lo ve.
Un dragón.
Dentro de su piscina, hay un dragón.*

No puede ser... real...

*Se acerca cauteloso al borde de la piscina. Hace poco que ha llovido y el viento de la noche le hace estremecer, helándole. Pero no puede apartar los ojos del agua. A pesar de ser noche oscura, puede ver perfectamente esa silueta.*

Muerte...

*La sangre se disuelve en el agua. Está herida y no se da cuenta. No duele.
Las pequeñas manchas rojas suben hacia arriba y se unen, forman una capa parecida a la capucha de un hongo sobre Lagartija.*

(burbujas)

¿Por qué....?

*Velvet parpadea. Hay sangre.
Está herido.
Es un dragón. Un dragón herido. Al parecer Helios jugaba con él, pero lo que vio fue real. Lo fue, porque está ahí. Tiene al dragón frente a sus ojos.*

Podría meterme en el agua, pero no voy a conseguir sacarlo de ahí... Es... demasiado grande.

Aire...

*Lagartija abre los ojos. A su alrededor, todo es blanco y azul, ondulante.*

¿Estoy dentro del agua?

*Abre las mandíbulas y aprieta los dientes. Las burbujas se escapan con brusquedad. Se está quedando sin aire. Ahora sí duele.*

Necesito... necesito... ¡necesito respirar!

*Poco a poco, el cuerpo de Lagartija toma conciencia de sí mismo. Lagartija se va despertando. Todavía quedan retazos de su trance de tristeza; no terminan de marcharse.
Pero tiene que salir.*

¡Me voy a ahogar!

(rugido burbujeante)

*Velvet retrocede instintivamente hacia atrás al ver tanta burbujas de repente.*

¿Está... respirando?

*Observa el agua, en una mezcla de curiosidad y temor*

*Lagartija apoya las patas traseras en los baldosines de la piscina. Se impulsa hacia delante y agrieta el suelo de la piscina. Las garras buscan el apoyo del borde nacarado. Se agarra con fuerza, se impulsa con todo el cuerpo y sale.
Sale bajo la luna, mojada y sangrante.*

(chorro de agua ascendente)

*Lagartija abre los ojos y se encuentra con unas pupilas tan negras e infinitas que se marea. Mueve los labios escamados. '¿Yull?' murmura, pero nadie la oye.
Esos ojos de oro... no los conoce. Tampoco importa.
Gira la cabeza y su cabello negro, empapado, latiga la mejilla del desconocido. Sus ojos van directamente a la herida que sangra.*

(rugido gutural)

*Lagartija abre la boca. Hunde los colmillos en su propia carne y busca con ellos. Cuando tiene la bala, se la arranca del ala y la escupe en el suelo, manchando de sangre los pétalos de unas cuantas flores.*

(jadeo)

*Deja caer las alas a los lados de su cuerpo. Se cae ella, respirando para recuperar el aire. Las gotas de agua van bajando por su cuerpo, y brillan con los farolillos del jardín y la luna.*

*Velvet tarda aun unos cuantos segundos en reaccionar.
El dragón se ha desplomado, y él sigue ahí sin saber qué decir o qué hacer. Tirita de repente, pues hace frío. Instintivamente se agacha frente al dragón, observando de lejos la herida de su ala.
Parece grave*

- Si te hablo... ¿Me entiendes?

*Lagartija levanta los ojos y mira al humano que no es tan humano. Su miedo y su tensión le parecen graciosos. Mueve las orejas.
Está tenso, tirita como si tuviera frío. Es extraño, ella tiene mucho calor. Además, parece que tenga miedo de acercarse. Como si ella fuera a hacerle daño.
Vuelve a cerrar los ojos e inspira. Toma el aire suficiente y se levanta sobre las patas delanteras. Chorrea. Se sacude como un perro el agua del cuerpo. La herida empieza a cicatrizar. Se pregunta dónde habrá ido a parar la bala.
Menea las orejas y se vuelve hacia la piscina. Observa el borde destrozado y los baldosines perforados del fondo.
Mueve otra vez las orejas; el agua de dentro le molesta.*

- Te he roto la piscina.

*Vuelve la mirada hacia él e inspira su olor. Desde luego, no es humano. ¿Qué será?*

-Lo siento.

*Velvet se aparta ligeramente cuando el dragón se levanta, y retrocede un par de pasos para dejarle libertad. El agua helada que le cae sobre la piel cuando se sacude le estremece por enésima vez en los últimos cinco minutos.

Nunca había visto un dragón de cerca. Aunque está claro que, o es pequeño, o las historias que ha escuchado sobre ellos eran demasiado exageradas.

Le escucha hablar y parpadea varias veces, incrédulo*

- Ya se arreglará *ha contestado mecánicamente. La situación se le asemeja cómica. Está hablando con un dragón. Increíble*

- ¿Estás... eres... quieres...? *no sabe que decir. Se siente tonto*

*Lag ladea la cabeza.*

(carcajada divertida)

-¿Eres tartamudo?

*Velvet carraspea*

- No. Es que nunca había visto un dragón... De verdad.

*Lagartija va a contestar, pero su cuerpo le advierte que tiene el ala sangrando. No es mucho, sanará enseguida. Pero hay algo en esa herida...*

(estremecimiento)

¿Quién me ha hecho esto? ¿Quién me ha disparado?

*Poco a poco, los recuerdos vuelven. El dragón se encoge, sus ojos verdes brillan y mira en todas direcciones. Le parece que los de traje todavía están ahí, y que el agua sangrante no es más que un reflejo del cadáver de Yull.
Aprieta las garras y las hunde en el suelo.*

(gemido)

- Yull...

(rugido lastimero)

*Quiere llorar, pero no lo consigue. Los dragones no lloran. No pueden.*

*Velvet se encoge un poco sobre sí mismo al escuchar esos ruidos. Le da la impresión de que está triste*

- ¿Qué te pasa? *Se acerca sin darse ni cuenta, sus pies le llevan al lado del dragón, y antes de darse cuenta está abrazándolo*

*El desconocido, del que no sabe ni el nombre, le está abrazando. Bueno, como mejor puede, porque sus brazos humanos sólo llegan a tomarle la cabeza entre ellos. Lagartija respira un perfume muy caro en su piel, que es suave como una caricia. Tiene el pelo casi tan negro como ella y la voz realmente congestionada. Parece que ya no le tiene miedo.
Apoya la frente, con todo el cabello empapado, en la clavícula humana del desconocido.
Entonces, sus instintos le traen un olor tan característico que se marea. Es un caballo... o algo parecido.*

Te está abrazando un desconocido, ¿lo sabes?

*Lagartija abre los ojos con brusquedad. Se echa hacia atrás, se libra del abrazo y retrocede.*

(exclamación contenida)

*Lagartija da con su cuerpo, otra vez, en el agua.*

*Velvet mira al dragón extrañado.
Por un momento ha sentido algo extraño. Era como la sensación que él tenía hacía tantos años, cuando él le acariciaba las crines con parsimonia.
El dragón ha retrocedido y antes de que lo haya podido evitar, ha caído de nuevo al agua. Al haberse acercado, prácticamente le ha empapado entero.

Se arrodilla en el borde de la piscina, buscando los ojos del dragón con la mirada*

- Te vas a resfriar *Eso ha sonado estúpido, pero era lo que cualquier persona normal diría en una situación así. Ni siquiera sabe si los dragones se resfrían*

*Lagartija, aunque divertida, piensa que su nuevo conocido es idiota.
Aprieta las alas contra su cuerpo y sacude la cabeza dentro del agua. Inicia su transformación.*

¿Cómo he podido tropezarme?

*Desaparecen las alas, las garras y la cola. Se desparrama la melena rizada y su cuerpo se empequeñece, su cuerpo humano de niña de veinte. Su oreja se estremece con el contaco del agua, y la herida del ala para a ser un arañazo bajo el omóplato.*

(suspiro)

Yull, mi querido Yull...

*Todavía no está animada del todo, pero reconoce que se siente mejor. Había algo en ese abrazo.
Lanza la barbilla hacia arriba y saca sólo la cabeza. Todo su cabello negro está empapado, le cubre parte del rosto. Pero sus ojos inhumanos siguen brillando con intensidad.
Está justo bajo los ojos sorprendidos de ese joven desconocido. Mueve la cabeza. Hay algo en esos ojos que...*

...es el sol...

*Se encoge, como un huevo.*

- ¿Te importa dejarme algo de ropa?

*Velvet ha observado la transformación, intentando adivinar lo que pasaba bajo las oscuras aguas. Observa a la chica, pero sus ojos siguen teniendo la misma mirada que el dragón de instantes anteriores.*

- ...Eh... Si, espera... un... un momento *se iergue, aunque reconoce que le ha costado apartar un poco la mirada de sus ojos. Siguen teniendo ese deje de tristeza que a Velvet le gustaría arrancar de cuajo, pero no sabe como.*

*Entra en la casa a paso ligero y sube a la habitación. Saca uno de sus pijamas (que irremediablemente le quedará grande) del armario y baja, entregándoselo*

- Espero que te sirva *se lo tiende, dándose la vuelta para no verla, como supone que estará, desnuda*

*Lagartija se impulsa con las manos y sale del agua. Echa una mirada al joven, que está despaldas y se queda quieta.
Su espalda está tatuada. Detrás de esa cortina de pelo negro, asoman dos preciosos tatuajes, que parecen emular las alas de un pájaro. Lagartija está completamente absorbida por los dibujos. Son parecidos a los que hacía Yull en sus cuadros, y por un momento se plantea que se los dibujara a él. *

Qué bonitos...

*Estira el brazo para tocarlos, pero se controla. Mira el pijama de color oscuro del suelo y quiere reírse. El pantalón ni siquiera le viene, así que lo obvia. Se contenta con abrocharse la camisa, que le llega un palmo por encima de la rodilla, y se cruza de brazos.*

- Gracias. Siento de verdad haberte roto esos azulejos. Parecen caros.

*Antes de que se vuelva, Lagartija no se puede controlar toca con la yema del dedo el tatuaje izquierdo del desconocido. Está frío.*

- No pasa na...*la piel de ella está ardiendo. Ha notado el roce en su espalda, cuando estaba a punto de girarse* ...da. *Se gira hacia ella, y esboza una sonrisa avergonzada* Lo siento si te queda grande, es que vivo solo, y la única ropa que tengo es mía... *la mira a los ojos, curioso*

- ¿De verdad eres... un dragón?

(sonrisa)

- ¿Es que no me has visto?

*Él sonríe también*

- Es un poco extraño. Has caído del cielo. Hasta hace menos de media hora no hubiese pensado que fuese a ver un dragón. *le habla sin apartar la mirada de sus ojos* ¿Cómo te llamas?

*Lagartija va a abrir la boca, pero de repente no puede. Aparta la vista. Sus pupilas le recuerdan demasiado a las de Yull.*

- Tengo que irme.

*Se abraza la cintura y se frota los brazos. Necesita algo, pero no sabe qué es. Su compañero de piso lo sabrá, está convencida. Todavía no puede ordenar todo lo que ha pasado.*

La boca me sabe a sangre... he matado a alguien...

- Tengo que irme.

- ¿Me vas a dejar así? Ni siquiera me has contestado.

*No sabe por qué se ha puesto nerviosa, pero ha tenido la presión de querer abrazarla, aunque podría ser propasarse. No la conoce. Solo sabe que es un dragón que ha aterrizado en su piscina, y que probablemente sea el que ha montado todo el revuelo en el centro. Es de locos*

- Yo...

*Lagartija se aparta el pelo de la cara. ¿Y si pone en peligro la identidad de su compañero también? No se lo perdonaría.*

(suspiro triste)

- ¿Puedo... quedarme aquí? No quiero... no quiero volver. Por favor.