Huida torpe

*Al ver el taller destrozado se queda perplejo mirando al furioso dragon desde el exterior*

P-Pero que coño....

*Velvet no se espera el golpe. Le pilla de espaldas, y nota el colazo de Lagartija a lo largo de toda su espalda. Por inercia choca contra la pared, llevándose un buen porrazo en la cabeza, que sangra cuando cae al suelo, inconsciente*

- ¡Velvet!

*Ignis se transforma rápidamente, se zambulle entre el mar de llamas y recoge al chico con sus garras. Vuela rápidamente hacia afuera esquivando el fuego como puede, sube hasta el tejado de la casa de enfrente y desposita con cuidado a Velvet.*

Suerte que no es muy pesado...

*Sostiene su cabeza y observa la sangre. De los ojos del fénix comienzan a brotar lágrimas plateadas que descienden y caen sobre la herida de Velvet, que poco a poco empieza a cicatrizar. Escucha como el enfurecido dragón sigue rugiendo abajo en el callejón.*

- ¡Wo wo woo! *Kelevra se aparta de de un salto del fogonazo.* ¿Pero qué demonios está pasando aquí?
*Coge la espada que estaba apoyada en la pared y se queda mirando al dragón enloquecido.*
- ¡¿No tenias bastante con reventarme unas cuantas motos?! ¡NO! ¡Tienes que destrozarme el taller entero!
Ahora me toca a mí perder la cabeza
Lagartija mira al trol con sus ojos enloquecidos y lanza una dentellada.
*Kelevra interpone la espada entre las fauces de la bestia y su cara.*
- ¡Piérdete bicharraco!
Los dientes del dragón se cierran al rededor de la mágica espada que resiste el embate.
*Se miran fijamente y de muy cerca.*
(Rugido mutuo)
- A mi el taller no me lo destroza nadie y sale impune...

*Lagartija resopla. La baba y el vaho resbalan por el filo de la espada, que tiene entre los dientes. Ruge.
La mirada de Kelevra no deja paso a la intimidación. Poco a poco, Lagartija empeiza a despertar del trance de ira. Parpadea varias veces. Las llamas se van reduciendo hasta que desaparecen. Con un último parpadeo, vuelven sus pupilas y su cuerpo se relaja.*

(Parpadeo continuo)

- (con la espada en la boca) ¿Qué...?

*Lagartija se sobresalta por tener a Kelevra tan cerca. Suelta el arma, paladea y mira a su alrededor. Está todo hecho un asco. Koen está en la puerta.*

- (susurro) ¿Qué ha pasado?

*Bastante conmocionado por la escena que acaba de presentar pero bastante mas dolido porque no ha hecho nada para evitar el choque de acero y huesos que acaba de presenciar*

Me siento... (Trueno Furioso)

*Gira sus pasos sobre el callejon bastante irritado*

- ...... Me largo de aqui *Cojiendo sus cosas tirando los cadaveres de mala gana dentro del taller* Total... Los monstruos no necesitamos que nos Defiendan.

*Bastante malhumorado, La lluvia cae con Rabia sobre el chico de Pelo azul que mira impasible a la calle*

Hubiera sido mejor no conocer a ninguno.... Arrrg nunca me habia sentido tan inutil...

(Truenazo de 2 pares de cojones)

*Koen mira al furioso cielo*

Estos dias son los que mas te necesito..Mejor no pensar en ella...Mejor vuelvo a casa...

Koen coje el camino mas corto hacia su casa llendose a ----> https://zodia.forosactivos.net/casa-de-koen-f48/suaves-notas-entre-amargos-recuerdos-t60.htm#723

*Vuelve a apretar la lluvia, pero Ignis no se moja. El agua se evapora incluso antes de entrar en contacto con sus plumas.
La herida de Velvet a cerrado, pero ha sido un golpe muy fuerte y no sabe hasta qué punto puede estar afectado internamente.
Desde la altura del tejado observa como Kelevra lanza su espada contra el descontrolado dragón.*

¿Pero de donde narices ha salido este dragón? Debe ser el mismo que rugió hace algunas noches... Y creo que también el mismo que destrozó la piscina de Velvet.

*El dragon se calma, Ignis duda si debería acercarse o no.*

Parece que el de la espada se apaña bastante bien de momento.

[Velvet está inconsciente y Koen se ha ido, así que sigo yo]

*Lagartija ve la espalda de Koen bajo la lluvia. Estrecha los ojos, porque no entiende nada de nada. A su alrededor, todo huele a quemado. El troll que tiene delante baja la espada. Su mirada es grave.*

¿Qué... está pasando?

*El olfato de Lag, entre tanta chatarra derretida y carbonizada, diferencia el olor de Velvet. Y el de aquel pájaro de fuego, puede percibir que están los dos muy cerca. Y, sin embargo, tiene un mal presentimiento.*

- (susurro ahogado) Todo esto... ¿lo he hecho yo...?

*Ve la sangre. Sus pupilas se dilatan. Da con la cola en el suelo, histérica.*

- ¿De quién es? No ha sido por mi culpa, ¿verdad?

No, no. Oh, no, otra vez no... No es cierto que yo sea...

(rugido)

- ¿Koen? ¡Velvet!

...peligrosa...

*Kelevra percibe un cambio en los ojos de lagartija y baja el arma. Ya no hay peligro.*
¿Qué te ha ocurrido?
*El trol asiste impasible a como el dragón grita los nombres de Koen y Velvet.*

En ese momento cambia el aire y Kelevra siente la presencia de alguien conocido. Se gira y se encuentra con su mensajero personal. Un joven elfo está en donde antes estaba la persiana mirando incrédulo.*

- ¡Eh! ¡Pringao! ¿Se te roto el cerebro?*Hacercándose al sujeto.* Corre y dile a la señora lo que has visto, que determine ella qué hacer, pero que me presentaré en cuanto pueda. ¡Venga espabila! Tienes cinco minutos, de lo contrario estás fuera, ya sabes lo que es eso.
El mensajero asiente como saliendo de un trance y corre.

A ver como consigo ahora llevarte ante ella bichejo... Bueno, a tí y a todos los demás. A saber donde están.

*Velvet observa. Acaba de abrir los ojos y le duele muchísimo la cabeza. Está todo oscuro, y aunque su cuerpo está frío, alrededor hay calor. Siente una sensación extraña, como un nudo en la boca del estómago.

Su atención la llaman unas risas. Ante él, todo empieza a ser claridad, y observa a tres mujeres observando con muchísima curiosidad una enorme marmita, mientras ríen*

- ¡Míralos que tontos, jiji! *comenta una de ellas. Lleva una pluma en la mano*

- Pobre caballito tonto...*la segunda de ellas, con una rueca en las manos, levanta la vista de su único ojo de la marmita, y mira directamente a Velvet a los ojos, que se estremece*

- Si... pobre caballito... *la tercera, de entre sus ropas, saca una especie de peluche. Un muchachito moreno, con los ojos dorados. Le da la vuelta y abre una cremallera de su espalda, mete la mano dentro, y empieza a revolver.

Velvet se revuelve impasible, sin derramar una sola lágrima, y observa como las tres Moiras se ríen de él.*

- Sería mejor para el caballito yo... *la del muñeco le mira con una sonrisa en los labios, y entre sus torcidos dedos se vislumbra un corazón de plástico*

- ¡No, hermana! *ríe la primera* El caballito es divertido jijijiji

- ¡Si que lo es, no le hagas daño al caballito!

- ¿Entonces?

- ¡Yoo! ¡Yooo! ¡Yo lo sé, yo lo sé! *la primera de ellas salta inconscientemente y con una enorme sonrisa en los labios, excitada*

- ¿Qué hacemos con él? *pregunta la tercera*

- Dámelo, dámelo! ¡Ahora quiero jugar yo con él! *le arrebata el muñeco de las manos a su hermana la mayor, sonriendo perversamente* Voy a ver qué ocurre si... *saca del muñeco el cerebro. Velvet no puede hablar o gritar, nadie le escucha. La más joven de las tres brujas, juguetea con el objeto de plástico entre los dedos* ¡Ya lo tengo! Hagamos que... se olvide de lo que le hace tanto daño aquí...*jugando con el corazón en la mano libre, saca una uña afilada, sonríe, y pincha levemente el cerebro. Velvet grita*

NO QUIERO OLVIDARME DE LAGARTIJA!!

*Velvet se ha revuelto un par de veces. Aunque la herida de su cabeza ya no sangra gracias a Ignis, su daño es menor. Abre los ojos sintiendo unas náuseas enormes. Sus ojos dorados vislumbran a una Ignis que ni siquiera reconoce*

- ¿Tú quién...? *no llega a terminar la frase. El sandwich que se ha comido hace un rato trepa por su garganta y se precipita al vacío, estrellándose contra el suelo sucio, provocándole arcadas que destrozan su pecho y su respiración*

¿Dónde estoy?



[Lo siento si me he colado, pero es que quería ponerlo! T_T!]

*Ignis sigue observando la escena que ocurre en el taller, ese troll no le da muy buena sensación.*

No me ha gustado nada lo que ha dicho... Sería mejor que nos largáramos de aquí.

*Nota los movimientos de Velvet y se gira justo a tiempo para sostenerle con una de sus garras y evitar que caiga del tejado.*

- Y es evidente que tú no estas nada bien. Por mucho que te haya curado la herida externa, el golpe ha sido muy duro.

*No se espera a la respuesta de Velvet, directamente lo coge con cuidado con sus garras y planea hacia el coche. Por el camino coge con el pico uno de los vestidos que colgaba de un tendedero, el suyo quedó roto y calcinado cuando se transformó.

Deposita al joven con cuidado en el suelo, apoyado contra su coche. Ella se envuelve en sus alas y rápidamente adopta su forma humana, en las mismas que pasa el vestido por su cabeza. Se agacha frente a Velvet.*

- ¿Como te encuentras? Creo que debería llevarte a tu casa.

*Lagartija percibe un rápido movimiento fuera.*

¡El pájaro de fuego!

*Empuja a Kelevra para salir a la calle. Vuelve a llover, y el agua la debilita. No es consciente de que todavía es un dragón. La estela de Ignis se pierde por la calle. La lluvia es tan torrencial que no hay casi nadie fuera.
Lagartija se tensa.*

- ¡Espera! *Le grita al pájaro.*

*Salta y corre detrás de ella. Ve cómo se vuelve humana después de dejar a Velvet, que parece mareado, en el suelo. Lagartija ve los restos de sangre en su coronilla.*

No...

- ¡Velvet! *Derrapa delante de él, ignora a la mujer-pájaro.* ¡Velvet, escucha, yo...! ¿Te encuentras bien? ¡Yo... yo no quería... no quería hacerte daño, Velvet! ¡Yo quería hablar contigo, quería... quería decirte...!

*Los dragones no lloran. Pero parte de Lagartija, quizá su parte más humana, sí quiere hacerlo.*

No. No he podido...

*Velvet se encuentra mal. Siente como si las Moiras jugasen a estrujar con fuerza su estómago. El latigazo que le ha dado Lagartija en la espalda le hace crujir los huesos de la espalda, y sus vértebras se restriegan cuando mueve su cuello.

Mira con los ojos brillantes al dragón. A ese dragón que no sabe quién es. Todo le da vueltas y no consigue situarse correctamente*

- ¿Qué dices...? *se lleva una mano a la cabeza, apretándose las sienes* ¿Quién eres...? *le da un pinchazo que le hace apretar los dientes con fuerza. El dolor de la espalda se intensifica cuando se arquea*

¿No le reconoce?

*Se acerca a Lagartija, hacía tiempo que no se encontraba tan cerca de un Dragón*

- No te preocupes, seguro que sólo es el golpe. Pero por prevención creo que debería llevármelo al hospital, parece que está algo desorientado.

*Mira al chico que está en el suelo y mete la mano en uno de los bolsillos de su chaqueta, buscando las llaves del coche. Cuando las encuentra, abre las puertas e introduce a Velvet con cuidado en el asiento del copiloto. Ella se sienta al volante y arranca el coche.*


Me dirijo hacía el hospital ----> https://zodia.forosactivos.net/hospital-general-de-zodia-f54/herido-de-amnesia-t63.htm#758

*Kelevra se aparta del camino del dragón. Se dispone a seguirla, pero algo le retiene.*
- Veo que tienes mucha prisa amigo mio...
La cavernosa voz de Maitat resuena por todo el taller.
- ¡Mi señora! *Girándose al momento y callendo de rodillas.*
- Vamos vamos Kelevra. Cuando estamos solos sabes que sobra tanto formalismo.
- Perdóname. *Levantándose un poco sonrojado.*
- Menudo destrozo, ¿qué ha pasado aquí? ¿Has dejado suelto a un dragón?
El troll sabe que no ha sido una coincidencia y que lo ha dicho a proposito.
- Por eso mande informarte, pero no esperaba que vinieras.
- Bueno, me apetecía tomar el aire un poco. ¿Donde están ahora nuestros amigos?
- El dragón ha salido fuera, no habrá ido muy lejos.
- Vayamos pues.

Con un movimiento de una mano la figura de Maitat brilla. Al desaparecer el resplandor su carne azulada y los huesos que tiene visibles han dejado paso a una mujer de interminable belleza. Cabello negro y suave, ojos verdes y piel rosada. LLeva un hermoso vestido negro.

*Los dos salen del taller y se quedan contemplando la escena que tienen ante ellos.*

Maitat esboza una dulce aunque irónica sonrisa.
- Buenas tardes pequeña, ¿como estás?

Esto va a ser divertido...

*Lagartija ve como el coche se aleja a toda pastilla. Hunde las garras en la tierra y su rugido impotente lo cubren los truenos. Quiere ir. Pero la lluvia la a espabilado lo bastante como para que sepa que no puede correr libremente con su forma original.
Jadea. No podría soportar la idea de haber herido a Velvet. Gime.*

Yo sólo quería decirle... *hace memoria, vuelve al momento en el que habló con Koen, esa mañana.* ...lo importante que es para mí. Y, sin embargo...

*Aprieta los párpados, los dientes y se agrieta el suelo. Suspira. Ignis se lo ha llevado; dice que es sólo un golpe. Podrá ir a verlo cuando consiga algo de ropa. Va a regresar al taller, cuando se paraliza.
Un olor que nunca antes había percibido se cuela en su nariz. Le entra un escalofrío detrás de otro y náuseas. *

¿Qué...? *tose con asco. Escupe en el suelo. Ve acercarse a Kelevra, junto a una mujer que es la Belleza hecha carne.
Lag echa las orejas para atrás. Realmente, esos ojos verdes son el Miedo. El Terror. La mujer juega con sus mechones de cabello negro y sonríe. Lagartija contiene el aliento.*

La extraña pareja se detiene ante lagartija.
*Kelevra se queda mirando al dragón.*
Vas a llamar la atención en esa forma bichejo.

- Hacía mucho mucho tiempo que no veía a uno como tu jovencita. *la sonrisa de la no-muerta se mantiene dulce como la sangre.* Tuve el placer de conocer a varios, pero hace demasiado tiempo ya. Siempre es agradable.

*Lag traga saliva. No contiene su rugido preventivo. Sus ojos se desvían a Kelevra, en busca de algo de apoyo.
No puede decir nada. Se ha quedado muda.*

*El trol nota que Lagartija busca algo en sus ojos. Él permanece impasible, en presencia de su señora no puede flaquear. Guarda silencio.*

- Vamos pequeña, tenemos mucho de que hablar tú y yo. Además, si no estoy mal informada estuviste merodeando por mi barrio hace poco, algo estarías buscando, tal vez pueda ayudarte...

*Lagartija siente como el miedo se va transformando en curiosidad. Estrecha los ojos.*

- ¿Quién eres...?

- Parece que a alguien le ha vuelto el habla. *Maitat sonríe más.* Supongo que sigues siendo un cachorro y te puede la curiosidad. Mi nobre es Maitat, si te sirve de algo. *La señora hace un breve reverencia.*

*Kelevra se queda mirando a la mujer intentando ocultar su asombro.*
Esto es muy interesante, es la primera vez que la veo presentarse de primeras, ¡Y con una reverencia! Tiene que haber visto algo en ella.
Más te vale no decepcionarla. *mirando a Lag* ¡Arrodíllate!
*Se queda mirando al dragón impaciente, esperando que no ofenda a su señora.*

*Lag levanta las cejas. Es la primera vez que alguien se le presenta tan solemnemente. No se da cuenta de la terrible mirada que le manda el troll, está demasiado perdida en esa mujer.*

- Ho-hola... Yo... hum... me llamo Lagartija.

- Bien Lagartija, ¿puedes decirme cuantos años tienes?

¿Pero esta tía...?

*Lagartija arquea una ceja.*

- Eh... ¿eres poli?

*Empieza a percibir algo demasiado extraño en ella, pero no sabe qué es. Algo que tiene Kelevra, que tiene ella misma, pero que a esa mujer le falta. ¿Qué podrá ser?*

- ... *La dama se queda un momento callada mirandola...*
Dios... La mata, seguro que la mata...
- Jajajaja. *Maitat estalla en una sincera carcajada que retumba dentro de la cabeza de Kelevra. Parece tener eco.*
Va-vale, esto es muy fuerte ya... La primera vez que presencio esto..

- No, no soy poli pequeña. Sólo era curiosidad. Pero no me lo digas si no quieres.