Cuerdas para tocar el Destino

*Lag las toma con alegría, pero le dura poco.*

- ¡Vaya! Es... es un detalle increíble. Gracias, Koen. Pero quería hablarte de otra cosa *las guarda en el bolso.* Quería darte las gracias por salvarme la vida. Sé que fuiste tú quien mató a los tíos con gabardina que iban detrás de mí.

*Suspira y le sonríe.*

- Gracias.

*Brisonia mira de reojo a Lagartija y a Koen. Siente un pinchazo en el estómago cuando a ella la ve sonreír. Le encantaría saber lo que está diciendo, y sabe que podría... pero no se atreve.
Apoya las manos en la barbilla y vuelve la vista al frente. Y no se puede creer lo que ve.*

No puede ser.

*Está justo enfrente de una tienda de moda juvenil. Y en la foto del escaparate, de tamaño heroico (más de 2 metros), luciendo un conjunto lleno de colores y con una enorme sonrisa, está...*

¡¡Naeki!!

*Koen gira la cabeza a un lado*

- Pss... Yo solo me encargue de 2 cabrones.... Ademas hacia dias que no usaba mis dones y no queria oxidarme.

Valla... Sienta bien eso del agradecimiento...

(Ligera sonrisa)

- ¿Bueno tu que tal por aqui?

*Lagartija percibe un tenue latido del corazón azul de Koen. Se le dibuja una sonrisa gigante. Lo abrazaría hasta partirle las costillas.*

- Hemos venido a hacer unas compras. *Se gira hacia Brisonia.* Apareció en mi casa de repente y... cielos, si lo vieras. Es un esqueleto con piel. Pero es muy tierno. Necesita ayuda, así que a partir de ahora vive conmigo. *Sonrisa de ensoñación.* Y, si te digo la verdad... me ha ayudado muchísimo con su sola presencia.

*Carraspea y baja la cabeza.*

- Sabes... imagino que sabes lo de Velvet.

*Brisonia todavía no sale de su asombro. Se queda mirando la fotografía con los labios entreabiertos. ¿Qué hace ese chico en el escaparate? De pronto, parece que está en todas partes, porque en otras tiendas también hay fotos suyas.*

¿Será famoso?

*Se acerca hasta el borde inferior de la que tiene delante y lee la letra pequeña.*

Fotografía de Francesca Estivaili, Agencia I·N·S·T·I·N·T·O... ¿eso qué es?

*Se sorprende un poco*

- Se que se llevo un buen piñazo pero la Pelirroja estaba curandole, ¿Es que ha ido a mayores?

¿La pelirroja?

*Baja la cabeza. Esconde la cara detrás del pelo.*

- Le he borrado la memoria... No... no recuerda nada. *casi le sale una carcajada ronca. Hasta Koen va a pensar que es un mosntruo incontrolable. De reojo, vuelve a mirar a Brisonia.*

*Siente la mirada de Lag en la espalda. Se vuelve y esboza una sonrisa tímida. Le gustaría saber si ya puede volver.*

- Valla si que es duro.... Pero bueno el tambien se metio en medio del meollo en vez de mantenersee al margen como hicimos la mayoria asi que no te sientas mal, solo actuabas por instinto.

*Estirandose un poco*

(sonrisa)

- Gracias otra vez, Koen *le da un golpe cariñoso en el hombro.* Al final va a resultar que eres un tierno, ¿eh? Será que somos de la misma familia de reptiles.

En realidad... necesitaba que alguien... me dijera eso.

*Se levanta del banco porque un destello en un escaparate llama su atención. Da pasitos cortos, deja las bolsas en el suelo y pega las yemas de los dedos al cristal, con los ojos brillantes.
Está justo delante de una tienda de música, mirando una guitarra de madera recién barnizada que brilla con el sol.*

Qué bonita es...

*Todavía se acuerda de tocar algunas notas. ¿Pasaría algo si entrara y...? Se muere por probar.*

- Nah... A veces no es bueno guardarse las cosas

*Colocandose bien la guitarra al hombro*

- Supongo que tienes razón (sonrisa) *le brillan los colmillos.* Entonces te veré en el concierto. ¡Me muero de ganas de verte tocar!

*A Brisonia le vienen a la cabeza miles de canciones. Suspira con algo de ensoñación.*

- Na tampoco es para tanto...

*Girando la vista a Brisonia*

- ¿Que mira el crio con esa cara de empanado?

*Lagartija mueve las orejas. Gira la cabeza y le entra aprensión porque no encuentra a Brisonia. Busca con ansia y deja salir todo el aire a la vez cuando lo ve delante de un escaparate.*

Es tan pequeñito...

- Pues no estoy segura... *se da la vuelta.* ¿Por qué no vamos a comprobarlo?

*Su suspiro empaña el cristal. Cuando mira su reflejo y ve su cara afilada, se muerde el labio. Le vienen a la cabeza las voces del instituto, y la boca le vuelve a saber a sangre.*

Agh...

*Esconde los ojos detrás de las greñas.*

- Que miras retaco?

*Delante el tambien del escaparate y mira la guitarra*

- Ah... No esta mal la guitarra.

*Lagartija se pone de puntillas y ve el instrumento. No el dice mucho, ella prefiere el violín de su compañero de piso.*

- ¿Una guitarra? ¿Es que eres músico?

*Da un salto cuando Koen se le pone al lado.*

- ¡Ah!

*Se sonroja y baja la cabeza.*

- No, no... no es... es que... no es nada... yo...

- Nenaza...

*Suspira apartandose*

- Yo tengo que hacer unas cuantas compras mas y luego me ire a prepararme esta noche para el concierto

*Lagarija suelta una especie de rugido, camuflado en un grito humano.*

- ¡Qué ilusión, vamos a verte tocar en directo! *levanta el índice hacia arriba.* Pienso cantar todas las canciones aunque no me las sepa. ¿No estás nervioso? (rugido) ¡Yo estaría histérica, subiéndome por las paredes! ¿Me recuerdas dónde es? No quiero que se me olvide nada de nada. ¿Habrá que ir con un look muy... heavy? ¿O vale cualquier cosa? Nada de tacones, ¿no?

*Brisonia aprieta los puños y se echa todavía más hacia atrás, se aleja de la conversación. Se coloca a la sombra de un toldo; lo está mareando el sol.
La voz de Koen se parece demasiado a la que tenían sus antiguos compañeros...*

Nenaza... maricón... emo de mierda.

*Aprieta los dientes.*

- Ven como quieras... Tampoco somos de una tendencia especifica asi que ven comoda... Y no, no estoy nervioso total... Es tocar

*Mira a Brisonia hablando en tono para que le oiga solo ella*

- No me da buena espina...

*Lagartija sale de su emoción y arquea una ceja.
Mira a Brisonia y es como si acabara de darse cuenta de que está ahí.*

- (susurro a Koen) ¿Por qué? Solo es un niño, Koen, tendrías... *se asegura de que solo le escucha él.* Tendrías que ver su cuerpo, ¡apenas si tiene piel y huesos! Y... come como si llevara meses sin hacerlo. A mí me da lástima, no mala espina.